Ignacio Martín-Baró, psicólogo social, fue uno de los seis jesuitas asesinados en 1989 en la Universidad Centroamericana en San Salvador. Al momento de su muerte era el Vice-Rector de la Universidad y el director del Centro para la Opinión Pública de la Universidad. Martín-Baró. Fue un renombrado erudito que había estudiado en Europa, Estados Unidos y América Latina, un prolífico escritor de cinco libros y más de 100 artículos, y un orador talentoso.
Trabajando y viviendo entre el pueblo salvadoreño, dedicó su vida a la causa de los derechos humanos, la igualdad y la justicia social en El Salvador. Reconociendo el impacto devastador de la política de EE.UU. hacia su país de adopción, visitó y habló ante muchas organizaciones de EE.UU., haciendo hincapié en nuestra obligación de hablar en contra de la colusión de nuestra nación con la oligarquía y militares salvadoreños. Tuvo una profunda influencia en una amplia gama de académicos, activistas y otras personas en los Estados Unidos.
A través de su defensa, investigación y los programas de rehabilitación, Martín-Baró trabajó para sanar las heridas individuales y colectivas causadas por la guerra y la opresión. Poco antes de su muerte, había hecho planes para abrir un policlínico para atender a niños y adultos sobrevivientes de la tortura y la guerra. Además de su solidaridad con el pueblo de El Salvador, Martín-Baró fue también una figura central en los esfuerzos para establecer una red internacional de individuos y organizaciones que trabajan sobre los problemas de derechos humanos y salud mental.